Estos días hemos querido visitar Alba de Tormes. Sí, sabemos que no se encuentra en la provincia de Ávila. Pero para conocer mejor la figura de Santa Teresa (y también de San Juan de la Cruz) resulta imprescindible acercarse a esta localidad salmantina, en la que descansan los restos de La Santa abulense.
VISITAR ALBA DE TORMES
Porque si Ávila fue su lugar de nacimiento y su hogar durante décadas, en Alba de Tormes está enterrada. Allí se encuentra su sepulcro. Y allí también pueden contemplarse dos de sus reliquias: su corazón y uno de sus brazos.
Así que, después de conocer su lugar de nacimiento (donde ahora se levanta la Iglesia de La Santa, en Ávila); visitar su museo; y disfrutar del Monasterio de la Encarnación, entre otros muchos lugares relacionados directamente con Teresa en Ávila, decidimos viajar a Alba de Tormes.
EL CASTILLO Y LA OFICINA DE TURISMO
Nuestra visita a Álba de Tormes comenzó en el Castillo de los Duques de Alba.
Este castillo ducal, ubicado en lo alto de la localidad, forma parte del legado que Fernando Álvarez de Toledo, el Gran Duque de Alba y gran amigo de La Santa, legó a Alba de Tormes.
De hecho, esa gran amistad, que también cultivó con su esposa, María Enríquez, es la ‘culpable’ de que Teresa de Jesús esté enterrada en este pueblo salmantino: ya enferma, La Santa acudió a la llamada de la duquesa de Alba, que iba a dar a luz. Y en el convento que ella mismo había fundado le encontró la muerte.
Pero ahora volvemos al castillo, imponente fortaleza y a cuyos pies se encuentra la Oficina de Turismo. Os recomendamos pasaros por allí al comienzo de vuestra visita. Los consejos que nos ofrecieron y el plano nos ayudaron mucho en nuestro paseo por Alba.
CONVENTO DE LAS MADRES CARMELITAS
Un paseo que nos llevó directamente, bajando una callecita, al corazón de Alba de Tormes: la plaza de Santa Teresa.
En este punto se dan la mano el Convento de las Madres Carmelitas, la Iglesia de La Santa y el Centro Teresiano Sanjuanista ‘Entremos más adentro’.
El Convento de la Anunciación fue el octavo de los 17 que fundó Santa Teresa, en enero de 1571. Y allí falleció en una celda que hoy puede visitarse.
Dentro del convento es donde se encuentra la imagen de Santa Teresa que veneran los vecinos de Alba. Ésta sale en procesión coincidiendo con la festividad de La Santa, el 15 de octubre. Y nosotros tuvimos la suerte de poder verla en nuestra visita.
IGLESIA Y SEPULCRO DE SANTA TERESA
Entramos, cómo no, a la Iglesia de la Santa.
Impone su retablo, en cuyo centro se encuentra el sepulcro de La Santa.
Aunque para poder verlo más de cerca, al igual que para poder visitar la celda en la que falleció la Doctora de la Iglesia, es necesario acceder al Museo Carmelitano.
MUSEO CARMELITANO ‘CARMUS’
‘Carmus‘, como se llama este museo carmelitano, está a un paso de la iglesia.
Como os decíamos, para poder acceder al camarín que se encuentra tras el altar y desde el que se pueden contemplar el sepulcro y las reliquias, es necesario entrar al museo.
En el mismo se exhiben piezas de elevado valor religioso, histórico y artístico a lo largo de ocho salas.
En ellas se encuentran más de 800 piezas, entre las que destacan esculturas de Mena y Algardi; pinturas de Rizi o Morales; impresionantes obras de orfebrería; valiosas casullas y dalmáticas; estandartes, como el que presidió su canonización en El Vaticano; objetos de la vida conventual… En definitiva, una completísima muestra para acercarnos aún más a la figura de la que es, también,patrona de los escritores.
Por cierto que la visita al museo (en el que abundan las cartelas con textos de La Santa) también incluye una proyección sobre la vida y obra de Santa Teresa en el que, cómo no, se hacen numerosas referencias a Ávila.
Podéis consultar aquí el horario y los precios de las entradas al museo.
LA CELDA DE SANTA TERESA
La visita al museo incluye el acceso (a través de la iglesia) a la celda en la que falleció Santa Teresa.
En la misma se ha recreado el momento de su fallecimiento y cómo estaría amueblada.
PLAZA MAYOR
Al salir del museo, nuestra visita a Alba de Tormes nos llevó a su Plaza Mayor.
Con algunos bares y pastelerías, es un buen lugar para realizar un descanso en el recorrido.
RÍO TORMES
Para terminar, nos acercamos a la orilla del río Tormes, que después de nacer en la Sierra de Gredos, riega las aguas de esta zona cerealista de Salamanca.
Si os fijáis, seguro que encontráis en sus riberas algunos ejemplares de la rica fauna aviar que allí habitan. Y si tenéis más tiempo, podéis caminar por la ‘Senda de las Aceñas’, desde donde se tienen unas bonitas vistas de Alba de Tormes.
ESTATUA DE VENANCIO BLANCO
De regreso al coche pudimos contemplar con calma la estatua de Santa Teresa de Jesús realizada en 1977 por Venancio Blanco.
Ubicada en la plaza del Peregrino, esta escultura está realizada en bronce.
En ella vemos a la Santa más andariega, con su cayado. Pero también incluye dos elementos que nos hablan de su espiritualidad (la paloma) y de su importante labor como escritora, al estar sujetando el libro de sus muchos escritos.
CÓMO LLEGAR A ALBA DE TORMES
Alba de Tormes se encuentra a un paso de Salamanca (a apenas 22 kilómtros) y muy cerca de Ávila (98 kilómetros).
Nosotros viajamos como ya sabéis desde Ávila. Lo hicimos por la A-50 hasta la salida 83, la de Encinas de Abajo/Cilloruelo. Pero también se pueda coger la salida de Peñaranda de Bracamonte. Por ambas se tarda más o menos lo mismo, una horita.